El Pasado.

El Pazo do Monte o Casa do Monte comienza a edificarse en la década de 1730-40 bajo el patronato de su primer dueño, D. Pedro Bernardo Bermúdez de Mandiá, VII señor juridiscional de Xuvia, Caranza y Santa Icía de Trasancos. Su hijo y heredero, D. José María Bermúdez de Mandiá y Pardiñas-Villardefrancos, finalizaría la construcción del complejo palaciego alrrededor del año 1780, fecha que reza inscrita en la fuente del jardin trasero y donde también se conserva un dintel medieval con una ballesta grabada.

De elegante sobriedad, el Pazo do Monte es un edificio de fachada y planta típicamente neoclásicas, en consonancia con el estilo imperante en esa época, con su finca cerrada de muro y las construcciones adyacentes. En la parte delantera, en el jardín, destaca el gran hórreo, en la actualidad de 29 metros de largo pero que fue mayor en su tiempo. Fuera del recinto amurallado se encuentra el Souto de Leixa, con robles de más de 300 años de antiguedad.

El Pazo está formado por tres plantas. La baja, otrora destinada a los almacenes y caballerizas está hoy acondicionada como restaurante. El primer piso acoge la residencia principal, con grandes salones presididos por los cuadros de los antepasados y mobiliario de época, los espaciosos dormitorios, la biblioteca y el Archivo -donde se custodia documentación que comienza en el siglo XV-, la cocina y el comedor. Por último, en el nivel superior, el desván donde se guardaban muebles en desuso, objetos y ropa.

Cuenta también con una pequeña capilla sita en un lateral de la planta baja, donde se reconstruyó el altar de la Virgen de la Merced (a.1811), la cual formaba parte del Pazo de la Merced o Casa de los Bermúdez, otro pazo de la familia que estaba situado en el caso histórico de Ferrol Vello.

Sobre el antiguo portal de entrada a la finca se encuentra una piedra armera del siglo XVI con el blasón de los Yáñez de Leiro-Parga entroncados con los nobles Mandiá que fueron el linaje fundacional del señoría. En la fachada del pazo, sobre la puerta principal, destaca un escudo de alianza de la segunda mitad del s. XVIII, con los blasones de los Bermúdez, Mandiá, Pardiñas, Villardefrancos, Ribadeneira y Bolaño, timbrado de corona ducal por privilegios de la Casa. En la segunda mitad del s. XIX se une el apellido Moreno, de sus actuales dueños, que sigue la noble saga familiar.

El Presente.

El restaurante abrió sus puertas en el mes de Junio de 2004. Ocupa la totalidad de la planta baja del pazo, con una superficie de quinientos metros cuadrados repartidos entre un amplio comedor, un espacio para reservado y una cafetería.

La profunda remodelación a la que fue sometida esta planta del edificio y anexos, basada en un criterio de respeto absoluto para con la estructura y arquitectura originales, nos permite en la actualidad disfrutar de un marco incomparable en el que se conjugan con acierto tradición, esmero y alta calidad de servicio.